Actualizado 08/01/2010 20:36

Rosarno (sur de Italia) recupera la calma tras los disturbios provocados por el ataque a inmigrantes

El episodio saca a la luz las condiciones inhumanas en que viven los inmigrantes en zonas agrícolas


ROMA, 8 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -

La localidad de Rosarno (sur de Italia), donde un grupo de inmigrantes causó anoche serios disturbios tras el ataque sufrido por dos de sus compañeros, fue recuperando la calma a lo largo deeste viernes. Sin embargo, el episodio ha servido para sacar a la luz la degradación y las condiciones inhumanas en que viven y son tratados muchos de los inmigrantes que trabajan en las zonas agrícolas del sur de Italia.

Tras los incidentes de ayer, en los que un nutrido grupo de inmigrantes dio lugar a una especie de guerrilla urbana, incendiando contenedores de basura, destrozando coches y rompiendo los cristales de los escaparates, esta mañana seguía habiendo una gran tensión y muchos de los habitantes de Rosarno prefirieron quedarse en casa, mientras que muchos comercios y escuelas permanecieron cerrados.

Sin embargo, la fuerte presencia policial que había sido desplegada en la zona a medida que la situación se agravaba, ayudó a calmar los ánimos y evitó que se produjeran nuevos enfrentamientos. Poco a poco, los inmigrantes, que esta mañana se manifestaron frente al Ayuntamiento para denunciar su precaria situación y reclamar protección, fueron volviendo a los míseros campamentos donde viven.

Aparte de algunos momentos de tensión, como el que generó un hombre esta mañana disparando varios tiros al aire, la ciudad fue recobrando poco a poco la normalidad. Tras la retirada de los inmigrantes, que dejaron tras de sí los restos de su batalla campal, fueron los habitantes de la población los que se manifestaron frente al Ayuntamiento para pedir la expulsión de los extracomunitarios de su territorio. "Que se vayan, no les queremos más aquí", reclamó uno de ellos en declaraciones a los periodistas.

Para dar una respuesta a la situación, el Gobierno que dirige Silvio Berlusconi mantuvo esta mañana una reunión en la que decidió poner en marcha una comisión especial para afrontar esta situación "no sólo desde el punto de vista del orden público, sino también por lo que respecta a los aspectos ligados a la explotación del trabajo en negro y a la asistencia sanitaria".

ATAQUE EN EL ORIGEN DE LOS DISTURBIOS

En el origen de los disturbios está el ataque sufrido ayer por un grupo de inmigrantes, cuando unos desconocidos les dispararon con pistolas de aire comprimido, provocando al menos dos heridos leves. Inmediatamente después, comenzaron los altercados, que se saldaron con decenas de escaparates rotos, coches dañados, pequeños incendios y contenedores de basura volcados. Además, los inmigrantes cortaron algunos de los accesos a la ciudad.

Sin embargo, detrás de este episodio se halla la inhumana situación en que se encuentran los inmigrantes en esta zona del sur de Italia. La localidad de Rosarno está situada en la Piana di Gioia Tauro, donde se estima que cerca de 1.500 inmigrantes, la mayoría de ellos sin papeles y procedentes del continente africano, suelen trabajar en los campos hasta 15 horas al día a cambio de un mísero jornal.

EL PAPEL DE LA 'NDRANGHETA

Según han denunciado algunas organizaciones humanitarias, detrás de la explotación de estos inmigrantes estaría la 'Ndrangheta, la mafia que opera en esta región del sur de Italia. De hecho, la infiltración de esta organización criminal en la zona provocó en 2008 la disolución de la junta municipal de Rosarno, después de que se comprobara la vinculación con la mafia de algunos de sus miembros. Aun con todo, por el momento, los investigadores han descartado que los autores de los disparos contra los inmigrantes sigan órdenes de la 'Ndrangheta.

Por su parte, el ministro del Interior, Roberto Maroni, y más tarde también el de Defensa, Ignazio La Russa, consideraron que el origen del problema está en la tolerancia con que Italia ha tratado en estos últimos años el fenómeno de la inmigración clandestina, la cual, "por un parte, ha alimentado la criminalidad, y por otra, ha generado situaciones de fuerte degradación como la de Rosarno".

Estas palabras fueron rápidamente contestadas por el líder de la oposición y secretario general del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, quien criticó a Maroni por no ir "a la raíz del problema" que está en "la mafia, la explotación, la xenofobia y el racismo", aseguró.

Aparte de la oposición, también las organizaciones humanitarias y la Iglesia consideraron que la causa del problema se encuentra en la explotación de los inmigrantes sin papeles y la mafia. El vicario general de la diócesis de Oppido-Palmi, Pino Demasi, aseguró que "existe una explotación pilotada por parte de la criminalidad y esto es a causa de la ausencia del Estado" en esta zona.

Por su parte, el secretario del Consejo Pontificio para los Migrantes del Vaticano, monseñor Agostino Marchetto, consideró que la raíz se encuentra "en la situación inhumana" en que viven los inmigrantes.

Los hechos de Rosarno y su relación con la delincuencia organizada recuerdan a los que tuvieron lugar en septiembre de 2008 en Cartel Volturno, localidad situada en la también sureña provincia de Nápoles, donde numerosos inmigrantes provocaron altercados como reacción al asesinato de seis connacionales a manos de la Camorra.