Actualizado 08/10/2009 20:19

La escasez de agua y la contaminación, problemas medioambientales "más graves" para los españoles, según un estudio

SEVILLA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

La escasez de agua, la contaminación y la suciedad son los problemas ambientales que "más preocupan" a los andaluces, según el estudio 'Valores y conductas medioambientales en España' realizado por el investigador José M. Echavarren y publicado en el número 44 de la Colección 'Actualidad' del Centro de Estudios Andaluces de la Junta de Andalucía.

De este modo, según la investigación, en el ámbito local, el más cercano, se identifican la contaminación, la suciedad y las basuras, por este orden, como los tres problemas más relevantes; mientras que a nivel nacional, destaca la escasez de agua por encima de la contaminación.

A nivel global, el principal problema es el cambio climático, y a este asunto se dedica un amplio apartado para indagar cómo es percibido por parte de la población española a partir de diferentes variables. Así, mientras que un 83 por ciento afirma que, en efecto, este proceso está teniendo lugar, en general se considera que se le da menos importancia de lo que merece.

Como posibles medidas para combatirlo, la mayoría de la población se inclina por establecer límites más estrictos a las industrias para frenar el calentamiento global. En general, la percepción de la importancia del fenómeno del cambio climático depende, en definitiva, del nivel de información medioambiental, de la edad, del interés en los temas medioambientales y de la propia conducta.

Por otro lado, Echevarren concluye que la conciencia medioambiental aumenta conforme aumenta el nivel de estudios. Así, el 41 por ciento de los españoles se considera "bastante" o "muy informado" acerca de los temas relativos al medio ambiente y más de la mitad señalan que son los medios de comunicación las principales fuentes de información al respecto.

Asimismo, los que se definen "ambientalistas" o "muy ambientalistas" suman un 82 por ciento del total, coincidiendo con la clase de servicio --integrada principalmente por profesiones universitarias--. Teniendo en cuenta además otras variables como el hábitat, la edad o la orientación política, se obtiene que en los municipios más pequeños se tiende a mostrar un carácter menos medioambientalista que en las grandes urbes; que son los jóvenes los que muestran una conciencia medioambiental más elevada frente a las personas de más edad; y que su inclinación política es más tendente a la izquierda que a la derecha.

Respecto a pautas conductuales, la exploración se centra en tres grandes ámbitos: el del reciclaje, el ámbito de consumo ecológico y el del ahorro o la prevención. En este sentido, el reciclaje es la opción proambiental más tradicional: dos de cada tres personas --las mujeres demuestran una inclinación mayor que los hombres-- afirman utilizar "habitualmente" contenedores especializados (67 por ciento).

Por otro lado, sólo el 11 por ciento dice comprar "habitualmente" productos ecológicos, frente al 43% que asegura que sólo lo hace "algunas veces". Para ejemplificar, finalmente, en qué medida se ahorra o se previene, se toman en cuenta, por un lado, las medidas para controlar el consumo doméstico de agua y, por otro, la no utilización del vehículo por razones medioambientales.

En este sentido, y debido también a que la población española se muestra sensible al déficit hídrico, un 49 por ciento afirma emplear medidas de ahorro, mientras que aquellos que deciden evitar el vehículo sólo suponen el 5 por ciento.

PERFILES MEDIOAMBIENTALES

Según Echavarren, entre las variables más influyentes en la conducta proambiental y los valores de corte medioambientalista destacan el nivel educativo, la orientación política, la clase social y el nivel de formación, entre otros. De esta manera, distingue cuatro perfiles: los ambientalistas, los inconscientes, los desinteresados y los imitadores.

El primer grupo, los ambientalistas, se caracterizarían, en primer lugar, por ser personas con altos valores medioambientalistas y llevar a cabo hábitos de corte proambiental, siendo éste el perfil más numeroso (45 por ciento). Una de cada tres personas pertenecientes a este perfil es universitaria, tendente ideológicamente a políticas de izquierda y, en su mayoría, perteneciente a la clase de servicio.

Los inconscientes, que a pesar de tener valores ambientalistas se caracterizan por niveles bajos de conducta proambiental, son el segundo grupo más numeroso (37 por ciento) y corresponde a los más jóvenes (entre 18 y 25 años).

El grupo de los desinteresados, personas para las cuales el medio ambiente no es fuente de interés ni de preocupación, destaca principalmente por englobar un alto porcentaje de población sin estudios. Son las personas de más edad --más de la mitad son mayores de 56 años--.

Los imitadores, por su parte, desarrollarían conductas proambientales pero motivados por otros factores como una moda social o el ahorro económico. Es el perfil de menos peso en comparación con los anteriores, constituyendo sólo el 5 por ciento.