Actualizado 09/02/2009 19:12

La muestra compostelana 'El Caribe antes de Colón', que exhibe 56 piezas, cierra con más de 20.000 visitas


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

La muestra 'El Caribe antes de Colón. Fray Ramón Pané y el universo taíno', una selección de 56 objetos rituales y de la vida cotidiana de este pueblo prehispánico, que se exhibió en la sede de la Fundación Caixa Galicia en Santiago, cerró con más de 20.000 visitas.

Esta exposición, que pudo visitarse desde el 6 de noviembre y en cuyas actividades didácticas participaron miles de escolares, tuvo como hilo conductor el libro 'La relación sobre las antigüedades de los indios (1494-1498)' del monje jerónimo Fray Ramón Pané, que acompañó a Cristobal Colón en su segundo viaje a América.

Según explicó la entidad organizadora en un comunicado de prensa, el respeto por la cultura taína que "impregna" los escritos de Pané y sus "razonadas" observaciones constituyeron los ejes de la muestra.

Las 56 piezas que componían la exposición proceden de la isla de La Española, que hoy ocupan los estados de República Dominicana y Haití, amén de otras islas antillanas y caribeñas como Jamaica o Cuba. Para la fundación, todas ellas reflejan la "singularidad" de las creencias y prácticas rituales de una cultura hoy desaparecida.

LOS TAÍNOS

Los Taínos eran una civilización que habitaba en el Caribe, concretamente en las islas más grandes conocidas como las Antillas Mayores, integradas por Cuba, La Española, Jamaica y Puerto Rico. Se trata de islas tropicales con una extensa temporada de lluvias y un elevado número de especies endémicas abundantemente representadas en el arte precolombino.

De esta manera, las lechuzas y los murciélagos ocupan un lugar relevante en el arte taíno dado que representan a los espíritus y las almas de los muertos, al tiempo que los pájaros de pico largo, como los carpinteros, eran en la mitología taína los seres que tallaron a las primeras mujeres.

Como sociedad animista, los taínos creían que no sólo los seres humanos, sino también los animales, las plantas y otros elementos de la naturaleza, desde las rocas a las estrellas, estaban dotados de una fuerza vital.