Ganaderos e industriales piden que no se permita la nomenclatura de 'ibéricos' a los cerdos cruzados

Actualizado: miércoles, 14 abril 2010 22:02

HUELVA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios Álvarez, y el presidente de la Asociación Provincial de Industrias de la Carne de Huelva (Aice-Huelva) Antonio Carrasco Cabrera, llamaron hoy la atención sobre "los efectos negativos" que la Norma de Calidad promulgada en 2007 por el Ministerio de Agricultura ha tenido sobre las explotaciones ganaderas y las industrias cárnicas del ibérico tradicional, a la par que pidieron que no se permita la nomenclatura de 'ibéricos' a los cerdos cruzados.

Según informó Asaja en una nota, los representantes de Asaja-Huelva y de Aice-Huelva hablaron en Sevilla en nombre de la mayor parte de las explotaciones ganaderas y de las industrias cárnicas de Andalucía --la provincia de Huelva concentra al mayor número--, que optaron por "continuar criando y produciendo al estilo tradicional, cuidando la crianza del cerdo ibérico en dehesas, la raza, y un manejo que garantiza una alta calidad en el resultado de la elaboración de productos, que también se lleva a cabo con un proceso artesanal y especialmente cuidado".

La promulgación de la Norma de Calidad del Ibérico, cuya redacción se inició con el objetivo de preservar la raza porcina ibérica, la dehesa y los valores añadidos que en torno a ella se han desarrollado, "no ha venido a hacer otra cosa que a permitir que a un cerdo cruzado se le pueda llamar ibérico", mientras que el cerdo ibérico "se ha visto obligado a llevar el apellido 'puro' para diferenciarse del resultado de un cruce con cerdo blanco procedente de Estados Unidos o de Hungría".

Igualmente, las dos organizaciones criticaron que se haya producido una "superproducción que nada tiene que ver con el cerdo ibérico de la dehesa", lo que ha supuesto "una dura competencia, desleal, a las empresas tradicionales que están viendo cómo peligra seriamente su futuro".

DATOS DEL SECTOR

En este sentido, aportaron datos que ilustran "lo suficiente" este punto, como que de 1,5 millones de cerdos se ha pasado a producir cinco millones, como consecuencia de estos cruces en seis años, de los cuales sólo un 23,64 por ciento son extensivos --bellota, recebo y pienso extensivo-- y sólo un 12,5 por ciento son puros, sacrificados la mayoría en las zonas de ibérico tradicional.

Para paliar la situación a la que la Norma de Calidad del Ibérico ha llevado a ganaderos e industriales del sector tradicional, Asaja-Huelva y Aice-Huelva reivindicaron "una clarificación y ordenación" del mercado del porcino ibérico que "deshaga la confusión" en la que actualmente se encuentran sumidos los consumidores como consecuencia de la falta de información existente ante las diferentes calidades que se incluyen dentro de la calificación de 'ibérico'.

Asimismo, pidieron la retirada de la nomenclatura permitida por la Norma de Calidad, de manera que no pueda denominarse 'ibérico' a un cerdo cruzado, sino que sólo pueda llevar ese nombre el cerdo que pertenezca a la raza ibérica sin cruces.

A su juicio, esta medida debe ir acompañada de una denominación en el mismo sentido para los productos derivados de estos cerdos, exclusivos, únicos, y reconocidos a nivel mundial, de manera que se diferencien con "absoluta claridad" de los elaborados con carnes procedentes de cerdos que "poco tienen que ver con el auténtico ibérico y criados en régimen intensivo".

Ambas asociaciones demandaron una normativa que proteja y defienda la raza, la crianza y la alimentación en extensivo dentro de la dehesa, que es el tipo de explotación que junto a la pureza de la raza, garantiza "una calidad diferenciada que debe ser protegida".

Esta protección y la diferenciación que piden deben verse reflejada tanto en la puesta en marcha de planes de viabilidad para el sector, como en la creación de una Identificación Geográfica Protegida para la dehesa como un modelo de alto valor ecológico y agrario, y corregir así la confusión provocada en el mercado por la Norma de Calidad.

REACCIÓN A LA CAMPAÑA DE SUIZA

Por otro lado, la organización agraria Asaja lamentó los ataques "sin fundamento" lanzados en Suiza y consideró que están provocados por un intento "desesperado de dañar el nombre de la fresa de Huelva, al no poder competir con su calidad y el resto de sus valores".

La organización agraria Asaja-Huelva, que agrupa a una gran cantidad de socios productores de fresa en la provincia de Huelva, ve en los acontecimientos de Suiza "un intento de atacar a cualquier precio el prestigio de la fresa de Huelva, provocado únicamente por la impotencia".

Para Asaja-Huelva resulta "un poco ridículo" el lema usado por la plataforma organizadora de los últimos ataques, 'No es la temporada de la fresa', que "más que ignorancia denota incluso una falta de respeto hacia los consumidores suizos, que a estas alturas saben perfectamente que en España, gracias a su situación geográfica y a su clima, sí que es temporada de fresas por mucho que en Suiza no lo sea".

Por esto, más allá de las "polémicas y los ataques injustificados", Asaja-Huelva animó a todos los productores de fresa de la provincia de Huelva a continuar con la "magnífica labor" que están desarrollando desde hace años, evolucionando y mejorando continuamente, gracias al esfuerzo de agricultores e investigadores, que "invierten recursos de todo tipo para obtener productos de la máxima calidad con valor añadido para la sociedad y para el medioambiente".