ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento del municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra ha iniciado los trámites para la restauración de la Iglesia de San Miguel que, gracias al Plan Urban, pasará a ser un centro sociocultural que tendrá un uso multidisciplinar para el fomento de la cultura, el asociacionismo y la participación vecinal.
Según ha informado el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en un comunicado, la antigua iglesia --construida en el siglo XIV y que, tras su abandono llegó a ser refugio de las tropas napoleónicas durante la invasión francesa del XIX-- se convertirá, por su "posición estratégica", en un punto de encuentro desde el que se impulsará "la participación de los vecinos de la zona".
En este sentido, el 'Proyecto de iniciativa urbana para la regeneración del barrio San Miguel-El Castillo y el casco antiguo', cofinanciado con fondos Feder de la Unión Europea y aprobado por el Consistorio alcalareño, se centrará en el refuerzo y saneamiento de la techumbre y paredes, revestimientos y acometidas, accesos y ventanas, así como la consolidación de aquellos elementos ornamentales de la construcción, de la que algunos especialistas apuntan que fue levantada sobre el solar de la mezquita del Arrabal islámico.
El Ayuntamiento ha explicado, además, que los trabajos tienen un plazo máximo de ejecución de once meses y un presupuesto de licitación --IVA incluido-- de 981.970,12 euros.
El teniente de alcalde responsable del Plan Urban, Rafael Chacón, ha explicado que la recuperación de este inmueble obedece "no sólo a su valor histórico y patrimonial", sino a que gracias a su ubicación puede convertirse "en un espacio de cohesión social y difusión cultural tanto para los vecinos del Castillo como para los del resto de Alcalá de Guadaíra".
Asimismo, el 'Plan Urban' considera que este edificio es "clave" en el programa de rehabilitación y en la puesta en valor del territorio.
Cabe recordar que el templo se construyó de nueva planta a finales del siglo XIV y principios del XV, siguiendo el estilo arquitectónico mudéjar característico de la época. Por tanto, combina elementos propios del gótico y otros correspondientes a la tradición almohade.
El crecimiento del pueblo hacia el área opuesta al barrio de San Miguel motivó el progresivo abandono de este templo, que ya en el XVI era una realidad. El siglo XIX trajo "nefastas consecuencias para su estructura", ya que fue utilizado como almacén y cuartel por las tropas napoleónicas durante la invasión francesa. "Este hecho motivó la destrucción de casi la totalidad de la iglesia, quedando tan sólo restos de los paramentos, las portadas y la capilla de San Bartolomé", ha informado el Ayuntamiento.
A mediados del siglo XX, "un movimiento popular propició su recuperación, reconstruyéndose el templo con materiales contemporáneos como ladrillos y hormigón usado en la techumbre". El edificio es de propiedad municipal desde que se permutara con el Arzobispado de Sevilla por unos terrenos en el barrio del Campo de las Beatas en los que se construyó la parroquia de Santa María y San Miguel.
