SEVILLA, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El sector de los cocheros de caballos de Sevilla planteará al Ayuntamiento de Sevilla que sea la administración local la que asuma el coste de la colocación de los 'pañales' a los caballos, cuyas pruebas iniciales están a expensas de la llegada de dichos artilugios a la ciudad.
La presidenta de la Asociación de Coches de Caballos de Sevilla, Milagros López Ezequiel, dijo a Europa Press que el gremio, en este sentido, tiene "buena fe" y está "dispuesto a colaborar con todas las cosas buenas que nos propongan, pero que no nos tenga por qué costar a nosotros dinero".
López Ezequiel ejemplificó en la colocación de herraduras especiales a los animales a petición del Ayuntamiento, lo que va en perjuicio económico de los cocheros, pues "ni duran el mismo tiempo que las normales ni dan el mismo resultado". Por ello, ironizó al afirmar que "al paso que vamos, tendremos que dar al Ayuntamiento las licencias de los coches de punto".
La presidenta de los cocheros sevillanos afirmó que ya han tanteado la posibilidad de financiación municipal con el concejal de Gobernación, Francisco Fernández, si bien aún no han obtenido respuesta directa por parte del Consistorio en este aspecto.
El Ayuntamiento pretende, con esta medida, solucionar el problema del vertido de excrementos equinos a la vía pública, para lo cual se trabaja en la elección del artilugio adecuado, que pueda adaptarse a las diferentes modalidades de coches de punto y a los animales.
Es algo "pendiente", según reconoció recientemente el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que añadió que el Consistorio se encuentra a la espera de probar los aparejos necesarios, "que deben ser especiales, acordes a las características de los coches de punto de Sevilla, para los que no valen los aparejos de serie". El plazo ofrecido podría ser de uno o dos meses.
Si finalmente no se encontrara ninguna solución, habría que volver al antiguo sistema de recolección manual, lo que, a juicio del sector, plantearía problemas al gremio a la hora de dejar "solos" a los clientes y a los animales.