Actualizado 25/03/2011 14:13

Un chino compra 6,5 toneladas de sal yodada ante el rumor de que previene la contaminación nuclear


PEKÍN, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un ciudadano chino se hizo la semana pasada con 6,5 toneladas de sal ante la creencia de que todos los productos con yodo previenen la contaminación radiactiva y ante la posibilidad de que se agotara durante un largo período de tiempo.

Bajo el apellido Guo, este hombre compró la sal en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, después de que se propagase el rumor de que la sal ionizada prevenía la contaminación nuclear, según el diario 'China Daily'.

Después de que el Gobierno censurase dicha información, Guo se enfrentó a un dilema. Según el diario, pretendía llevar la sal a su localidad natal, Lanzhou, en la provincia de Gansu, a unos 700 kilómetros de Wuhan, lo que le resultó imposible, pero tampoco ha podido devolverla al vendedor.

Su historia se ha vuelto tan famosa que las peticiones de los medios para que les conceda una entrevista le ha llevado a apagar el teléfono móvil. Desde Internet, esta acción ha recibido fuertes críticas ante lo que consideran un comportamiento especulativo.

Guo vive en un apartamento en alquiler de 20 metros cuadrados en Wuhan, aunque tiene varios familiares que regentan tres restaurantes en Lanzhou. El pasado 17 de marzo recibió una llamada en la que un familiar le aseguraba que el precio de la sal había sufrido un gran aumento y que muchas tiendas se habían quedado sin este producto.

Ante el temor de que "pudiese haber una escasez durante medio año", Guo se dirigió a varios mercados en Wuhan, donde el pánico de los consumidores ya había hecho que el precio aumentase un 85 por ciento. Compró 6,5 toneladas de sal y las transportó a su piso en tres camiones.

La sal más el traslado le costaron 27.000 yuanes, unos 2.900 euros. Los 260 sacos le ocuparon la mitad del espacio de su casa. Cuando intentó transportar a Lanzhou la mercancía comprobó que le era imposible, ya que no tenía una licencia de transporte de sal, que cuenta con estrictos controles del Gobierno.

Después, se encontró con la imposibilidad de devolver dicha mercancía ya que no pidió el recibo al vendedor. Entonces pensó que podría vender la sal, aunque descubrió que la reventa era ilegal. Finalmente, el Gobierno local le ha prometido que le ayudarán a contactar con un vendedor local o con una compañía de sal.

La empresa Industria de Sal de la provincia de Hubei aseguró que Guo no fue la única persona en creerse el rumor.