Los expertos advierten de que en una parte de Playa del Inglés (Gran Canarias) ya no se generan nuevas dunas

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 30 octubre 2007 11:47

GRAN CANARIA 30 Oct. (EP/IP) -

La erosión que el desarrollo turístico ha causado en las Dunas de Maspalomas es un hecho que amenaza la conservación de este espacio natural protegido. El departamento de Geografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria lleva años estudiando este fenómeno, que no dudan en describirlo como "un problema que ya afecta a una explanada enorme al sur de Playa del Inglés", asegura el doctor Luis Hernández Calvento.

Según el experto, se trata de una parte de la playa "cada vez más grande" en la que "no se generan dunas". Este proceso de paralización que sufre el sistema dunar está motivado por una serie de factores relacionados con el turismo, que fueron expuestos ayer por Hernández en el Club Prensa Canaria, dentro del ciclo organizado por la Delegación del Colegio Profesional de Geógrafos en Canarias para debatir los problemas de conservación que comprometen el futuro de este espacio.

Entre esos factores destaca el impacto negativo que la urbanización de El Inglés ha provocado en el circuito dunar, que además se ve comprometido por el cambio de los vientos y la presión que los visitantes ejercen sobre la superficie. "Espero que los organismos competentes pongan coto a esa presión", sostiene Hernández.

Y es que el uso indiscriminado de este espacio protegido ha motivado la desarticulación de la ante duna, hasta causar un déficit sedimentario que ya es visible entre la punta de Maspalomas y El Inglés. Esto está directamente relacionado con la desaparición de los balancones, una especie vegetal que sirve de barrera ante la erosión del mar, además de formar y proteger las montañas de arena.

Sin embargo, la presión humana ha acabado con esta especie de protección natural, lo que incrementa el riesgo de sufrir más pérdidas de arena si se produce algún temporal fuerte.

La gestión y conservación de los palmerales grancanarios fue otro de los temas que se debatieron anoche, en este caso mediante la intervención del profesor Agustín Naranjo Cigala, quien destacó la buena salud que poseen las más de 40.000 palmeras naturales de la Isla, que están agrupadas en unos 250 palmerales.

Sin embargo, el geógrafo advirtió que hay que profundizar en los estudios genéticos sobre la palmera canaria, además de poner en marcha medidas para proteger su existencia. Se trata de aumentar la vigilancia y el control de plagas como el picudo rojo; erradicar los ejemplares de datileras para aumentar la pureza de los palmerales isleños; encargar las podas a expertos, y estudiar la incidencia del fuego en la especie.

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