Publicado 05/02/2018 10:21

Seis de cada diez auditores internos en España aseguran que nunca han sufrido presión ética, según un estudio

Luis Fernández_Los Lunes del IAI
IAI

MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Seis de cada diez auditores internos en España han asegurado que nunca han sufrido ningún tipo de presión ética en sus organizaciones para cambiar o eliminar sus hallazgos. Así lo ha revelado la primera edición de este 2018 de 'Los Lunes del Instituto de Auditores Internos de España' que ha analizado la implicación de la ética tanto en las organizaciones como en la profesión de la Auditoría Interna.

"La implicación que la ética tiene en la empresa es tan absolutamente determinante que constituye la condición que posibilita el éxito a largo plazo de cualquier organización. Sin ética no hay fututo y no hay éxito", ha destacado el director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial en la Universidad Pontificia de Comillas, José Luis Fernández.

En este sentido, el barómetro 'Sabor del mes' del Instituto de Auditores Internos de España, ha revelado que el 61% de los encuestados afirma que nunca ha sufrido presiones éticas, mientras que el 36% asegura recibirlas ocasionalmente y el 3% de forma frecuente.

Sin embargo, si el auditor se encuentra ante presiones internas, la institución recuerda que la Norma Internacional 1110.A1 establece que "la actividad de la Auditoría Interna debe estar libre de injerencias al determinar el alcance de Auditoría Interna, al desempeñar su trabajo y al comunicar sus resultados".

Además, según esta normativa el Director de Auditoría Interna "debe declarar dichas injerencias al Consejo, si las hubiese, y tratar sus implicaciones".

Según el catedrático, cuando a un auditor se le pide "algo que considera que no debe hacer" se encuentra ante un "dilema", que deberá resolver "apelando a su criterio, sus valores y sus principios". "Si el choque es muy fuerte, debe consultar por encima de la autoridad que le está diciendo que haga lo que no debe".

Si por el contrario, no se puede resolver el asunto, Fernández ha recomendado que el auditor "se marche de la compañía para no tener que lamentar haber hecho algo con lo que no estaba de acuerdo". "Desde el punto de vista operativo sería recomendable que los manuales de políticas y procedimientos de los departamentos de Auditoría Interna trataran estos aspectos", ha añadido.

En esta línea, el profesor ha señalado que la crisis económica puso en evidencia que había mucha mala práctica pero también una "sensibilización creciente" hacia la tendencia de evitar que esto volviese a ocurrir. "Tenemos que trabajar e ir más allá de los castigos e incentivar una manera de hacer las cosas más ética. Tenemos mucho que hacer todavía", ha concluido.