MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Restringir el tráfico, cubrir las zonas de obras con vegetación o impulsar los vehículos ecológicos y el carril bus son algunas de las medidas recogidas en el 'Observatorio DKV Salud y Medio Ambiente 2010' para evitar la contaminación atmosférica.
En concreto, el estudio --elaborado por DKV Seguros y ECODES-- ha destacado la necesidad de "una rigurosa toma de medidas regulatorias" tanto del tráfico rodado como de las actividades de construcción y demolición. En este sentido, además de las citadas propuestas, contempla la delimitación de las zonas peatonales, la renovación del parque de vehículos, evitar la quema de materiales de obra o usar aspersores de agua tras una demolición.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor de 2 millones de personas podrían morir cada año por alguna causa atribuible a la contaminación atmosférica. La mayor parte se producirían en los países en desarrollo donde las altas concentraciones de partículas se asocian con 300.000 defunciones prematuras anuales en Europa y 21.000 a la contaminación por ozono. En España, se atribuyen a estas causas alrededor de 16.000 muertes prematuras.
El observatorio apunta a los niños como el "grupo más vulnerable" a los efectos de esta contaminación, ya que podría afectar a su función pulmonar, agravar el asma y causar síntomas como tos y bronquitis. Además, otros "grupos sensibles" serían las personas que sufren patologías respiratorias, cardiovasculares o diabetes, así como las de edad avanzada con enfermedades crónicas.
Entre las causas de esta contaminación, el informe señala que el deterioro de la calidad del aire en las ciudades está relacionado, fundamentalmente, con el tráfico rodado, con una contribución superior al 75% de las emisiones de los contaminantes que más preocupan, como partículas, óxidos de nitrógeno y otros precursores del ozono troposférico.
Además, recuerda que las actividades de construcción y demolición constituyen "otra fuente importante y muy poco conocida de contaminación" del aire en zonas urbanas, siendo los principales contaminantes partículas como las PM10 y óxidos de nitrógeno, ligados al tráfico de vehículos pesados y maquinarias diversas.
Según sus conclusiones, la reducción de dichos contaminantes resulta "imprescindible" debido al amplio porcentaje de población expuesta y a sus "serios riesgos" para la salud, así como por sus importantes costes sociales, ambientales y económicos.