En Latinoamérica la RSC se ha 'importando' y hay que adaparla de forma "local" para abordar problemas específicos como la pobreza
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), Bjorn Stigson, considera que "si las empresas no se adaptan a los principios esenciales del desarrollo sostenible, puede que se enfrenten a un colapso de oportunidades" debido a la falta de comprensión sobre la concienciación que está asumiendo la sociedad.
En una entrevista concedida al Boletín 'ComunicaRSE', Stigson explica que "la clave es comprender cuál es la situación de la sociedad para que la empresa pueda seguir desarrollándose y avanzado".
A su juicio, la adaptabilidad es la clave, porque "las expectativas de la sociedad civil están cambiando rápidamente". Si antes se pensaba que la principal, sino única, responsabilidad de un negocio era la de generar beneficios económicos para sus accionistas, "hoy, el público espera, a veces ingenuamente, que las compañías resuelvan los problemas del mundo".
En esta línea, --agrega-- "el desafío más apremiante es el de encontrar formas de abordar los distintos negocios que ayuden a resolver los asuntos fundamentales de las sociedad".
En su opnión, "la principal contribución de las empresas a la sociedad se generará mediante la especificidad de su negocio más que por acciones filantrópicas". Así, "las compañías más exitosas en el futuro serán aquellas que ayuden a la sociedad a abordar retos tales como la pobreza, la destrucción ambiental y los cambios demográficos a través de sus negocios de base".
Según recordó Stigson, el Word Business Council for Sustainable Development cuenta con 15 años de experiencia en el campo de la responsabilidad empresarial a nivel mundial y ha sabido establecer alianzas con importantes organizaciones globales en pro de la sostenibilidad.
LA IDEA DE RSC
A juicio de este experto, la idea de responsabilidad corporativa en sus diferentes denominaciones, "se está propagando a medida que más compañías vislumbran la necesidad de dar cuenta del impacto de sus actividades sobre la sociedad y el Medio Ambiente". También se está difundiendo en América Latina, "pero es un concepto importado de Europa y Norteamérica", explica Stigson. El desafío para esta región ahora es desarrollar un abordaje "nativo" o local, más enfocado a sus problemáticas singulares, como la pobreza.
Argentina, por ejemplo, es uno de los países que primero desarrolló un WBCSD nacional, que lideró el concepto de 'eco-eficiencia' y realizó diversas actividades relacionadas con el desarrollo sostenible y el mercado financiero. "Estamos muy orgullosos de contar con un Consejo o un socio en cada una de las naciones más importante de Latinoamérica", concluyó Stigson.
