Intelectuales muestran su apoyo a la huelga y a los sindicatos, quienes agradecen su "valentía" al "señalarse"

Actualizado: miércoles, 22 septiembre 2010 23:21

Carlos Álvarez, García Montero y Ruibal asisten a un acto de apoyo del mundo de la cultura donde leyeron Ana Rossetti y Mendicutti

SEVILLA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Personalidades del mundo de las letras, la cultura y la universidad han mostrado su apoyo a la huelga general del 29 de septiembre, convocada por los sindicatos CCOO y UGT, quienes agradecen la "valentía" de estos intelectuales al "señalarse", frente a la campaña de "desprestigio" iniciada contra las centrales sindicales.

Ambos sindicatos organizaron este miércoles en Sevilla un acto con miembros del sector cultural y universitario andaluz donde Ana Rossetti y Eduardo Mendicutti leyeron un manifiesto de respaldo a la huelga general convocada por los sindicatos para el próximo 29 de septiembre, documento apoyado por el barítono Carlos Álvarez, la cantaora Carmen Linares o el escritor y académico Antonio Muñoz Molina, entre otros.

Entre los asistentes al acto, celebrado en el salón de actos del Centro Cultural Cajasol, asistieron entre otras personalidades del mundo de la cultura y la universidad el barítono Carlos Álvarez, el escritor Luis García Montero, el cantautor Javier Ruibal, el periodista Juan José Téllez, los ya citados Rossetti y Mendicutti, la directora de la Escuela Viento Sur Teatro, Maite Lozano, y el catedrático de Economía Juan Torres, entre otros representantes del mundo de la cultura y la universidad.

Los participantes mostraron su adhesión a la huelga general y tras mostrar la importancia del sector cultural en la economía andaluza se definieron como trabajadores de la cultura y como tales trabajadores se verán afectados por la reforma laboral y por la huelga convocada.

En dicho acto asistieron los secretarios regionales de UGT-A y CCOO-A, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, respectivamente, quienes agradecieron que haya intelectuales "comprometidos" y que sean "amigos de los sindicalistas", especialmente ahora, que son "lo malos de la película" y que, a su juicio, sufren una campaña de desprestigio, por lo que el apoyo de los intelectuales supone "un acto de valentía pública".

Al manifiesto que este miércoles se ha leído han dado su apoyo personalidades tales como Joaquín Sabina Cristina Hoyos, Juan Peña 'el Lebrijano', Enrique Morente, Salvador Távora, Manolo Sanlúcar, Ismael Jordi, José Mercé, el escritor Nacho Montoto, el decano de la Facultad de Filología Rafael López-Campos Bodineau, el catedrático y crítico José Luis López López, Antonio García Villarán, el director del Teatro Central de Sevilla Guillermo Galán, el abogado y escritor José Antonio González, el profesor de Derecho Ángel López López, Rosario Pardo, Juan Eslava Galán, Fanny Rubio, Carmen Linares, Santi Rodríguez, Rosario López y Antonio Muñoz Molina, entre otros.

También apoyan el manifiesto Adriana Ozores, Alberto San Juan, Almudena Grandes, Amparo Climent, Ana Rossetti, Ana Gracia, Andrés Neuman, la profesora de la Universidad Araceli Iravedra, Benito Zambrano, Benjamín Prado, el jurista Carlos Jiménez Villarejo, Eduardo Jover, Eduardo Mendicutti, Felipe Benítez Reyes, Francisco Casares, Ismael Serrano, Javier Ruibal, José Luis Sampedro, José Manuel Caballero Bonald, Juan Diego, Juan Echanove, Juan Diego Botto, Juan José Millás, Lucía Álvarez, Luis Antonio de Villena, Luis García Montero, Luis Pastor, Marcos Ana, Miguel Ríos, Pedro Guerra, Pilar Bardem y Sergio Peris-Mencheta, entre otros.

EL MANIFIESTO

Según el manifiesto, estos intelectuales consideran que los sindicatos "tienen razón cuando afirman que esta reforma no servirá para crear empleo, aumentará los contratos temporales, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder de los empresarios a la hora de fijar unilateralmente las condiciones de trabajo, privatizará la gestión del desempleo y debilitará las negociaciones colectivas y el papel de las organizaciones sindicales".

Asimismo, consideran que los acontecimientos y la crisis de los últimos años significan "una agresión manifiesta a la democracia, la dignidad política y a los derechos de la ciudadanía".

Han lamentado que "ahora no sólo se quiere utilizar la crisis para justificar una reforma laboral que sólo beneficia a sus causantes, sino que además se pretende debilitar definitivamente el poder de los estados y la capacidad política de los ciudadanos".

"Hemos asistido a una farsa en la que, entre aparentes discusiones, abstenciones y críticas, el Gobierno ha firmado un pacto con la derecha y los empresarios para imponer medidas de una agresiva orientación neoliberal", asevera el manifiesto, donde se apunta que la crisis económica "depende de una crisis más amplia, política y cultural, que está negando la autoridad de los gobiernos y sometiendo la vida cotidiana a los códigos de la soledad, la desigualdad y la renuncia a la solidaridad".

"LA HUELGA NO SÓLO UN DERECHO SINO UNA NECESIDAD DEMOCRÁTICA"

Lamentaron que aunque "se intente evidenciar que los gobiernos no pueden representar a sus votantes porque están sometidos a las leyes de los mercados, no es verdad, y los gobiernos pueden y deben defendernos del asalto de los especuladores". "Aceptar como inevitable un deterioro permanente de nuestras condiciones de trabajo significa renunciar a la ciudadanía, a la política y al sentido último de la democracia", han aseverado.

Por ello, han considerado que la huelga del 29 de septiembre "no afecta sólo al movimiento sindical, sino que se trata de una llamada a todos los ciudadanos dispuestos a manifestar su oposición a una Europa gobernada por los mercaderes, sin lugar para la política y los espacios públicos del Estado".

"Es una llamada a los trabajadores de la cultura porque no podemos dejar de lado los problemas que genera esta crisis al modelo cultural y educativo de nuestra sociedad; porque la inversión en formación y cultura no puede ser residual; porque precarizará aún más el empleo de las industrias culturales", han añadido en el manifiesto, donde han apuntado que los trabajadores de la cultura "nos unimos a este manifiesto, no como un sector más 'conocido' que otros grupos, sino porque somos unos trabajadores, ni más ni menos que los demás".

Por último, han agregado que "se trata de dejar oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices, se trata de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes" y han aseverado que esta huelga general "no es sólo un derecho, es una necesidad democrática".