VALENCIA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Representantes de la Federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de la provincia de Valencia (Fapa-València) han entregado este miércoles en la Conselleria de Educación más de 5.000 reclamaciones exigiendo el pago de la deuda de 28,7 millones correspondientes a becas de libros.
Este colectivo inició en el mes de junio una campaña informativa para que los progenitores solicitaran la cuantía que se les debe como beneficiarios de ayudas de libros y hoy ha entregado todas las reclamaciones en las 'consellerias' de Educación y Hacienda.
Fapa explica, a través de un comunicado, que "desde que la administración pública eliminó el bonolibro el curso pasado y empezó a reducir el presupuesto de ayudas de libros hasta el punto que en este curso las ha eliminado, la federación ha venido denunciado el impago por parte de la administración de las ayudas al alumnado de Primaria y Secundaria y, también, la falta de inversión en la escuela pública, que ha culminado en la eliminación de la convocatoria de becas para el alumnado".
"Y lo ha hecho --prosiguen desde la entidad-- reclamando a la Conselleria mediante una campaña de recogida de reclamaciones de becas, gracias a la cual consiguió que en el mes de septiembre Educación pagara las ayudas de Secundaria del curso 2011-2012".
Como no fue suficiente, puesto que la Generalitat "todavía debe todas las ayudas del curso 2012-2013, un total de 28,7 millones de euros", la federación continuó con la campaña de reclamaciones hasta el pasado viernes, 18 de octubre.
RECLAMACIÓN JUDICIAL
Así ha querido convocar un acto para entregar las más de 5.000 reclamaciones que se han recogido y que van dirigidas tanto a la Conselleria de Educación como a la de Hacienda. A partir de hoy si en tres meses no se recibe ninguna respuesta de la administración pública, FAPA-València "pondrá en marcha el proceso de reclamación judicial", advierte.
La presidenta de la federación, Eva Grimaltos, se ha preguntado "dónde está el dinero presupuestado el año 2013 en la partida de educación para la ayuda de libros de texto".
"Las familias no tenemos la culpa de la nefasta gestión de nuestros recursos públicos por parte de un gobierno que ha apostado por otras cuestiones pero no por una política educativa pública", ha subrayado.
