Planteará a Feijóo que eliminar el céntimo sanitario "le vendría muy bien a los empresarios" y "reactivaría la economía"
Calcula que con suprimir el coche oficial de la patronal y renegociar la hipoteca se reduciría "casi la mitad" del déficit anual de 300.000 euros
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), el ourensano Antonio Dieter Moure, en el cargo desde el pasado día 15, advierte de que España, con Podemos en el Gobierno, correría el riesgo de convertirse en Venezuela, Grecia "o algo parecido".
Pese a que puntualiza que no pretende "demonizar" a la formación liderada por Pablo Iglesias, Moure, en una entrevista concedida a Europa Press, reprueba que "apoya las políticas en Venezuela" y también las de Syriza, y a él "ni una cosa ni la otra" le gustarían.
Aunque reitera que no pretende ser "radical" en su rechazo a Podemos --"tienen sus ideas, tan respetables como la de otro cualquiera", sostiene sobre las 'mareas'--, a continuación admite que las propuestas de los de Iglesias pueden echar atrás a inversores extranjeros y avisa de que "el dinero tiene miedo".
A la pregunta de si existe el riesgo de llegar a la situación vivida tras la llegada al poder de la coalición de Alexis Tsipras, responde con un "claro", antes de recomendar "poner los pies sobre la tierra" y plantear "cosas de acuerdo con la economía que se tiene". "El problema no es proponer, el problema es tener dinero", agrega, en referencia a cuestiones como el sueldo mínimo y las pensiones.
Con todo, en la línea de un discurso dialogante y de concordia, rechaza que la idea que se extraiga de estas reflexiones sea que "Dieter no quiere a Podemos", porque él no es de los que piensa que un determinado partido "lo hace todo mal". De hecho, juzga que "todos intentan hacerlo con buen criterio", en defensa del "bien común".
CONTRA LA INCERTIDUMBRE Y POR UN GOBIERNO PP-PSOE-CIUDADANOS
Para el nuevo representante de los empresarios gallegos, la actual situación de incertidumbre política "está lastrando seguro" a la economía española, pues "los mercados se resienten".
Por ello, desearía "que hubiera altura de miras, se olvidasen un poco las particularidades" y se fraguara un Ejecutivo conformado por PP, PSOE y Ciudadanos. "Todos deben ceder un poco", aconseja.
A su manera de ver, sería "bueno para la economía y para dar estabilidad a la sociedad". Unas nuevas elecciones "no conducen a nada" para Moure, solo a lograr "más inestabilidad", dado que "se volvería a estar en lo mismo", con otros "cromos".
En cuanto a quién va a ser el presidente, dice que "gobierne quien sea", que le da "casi igual", y que lo decidan los que negocien. Sin embargo, un mandato basado en el apoyo de independentistas no cree que sea "positivo".
¿EL MISMO ESCENARIO EN GALICIA?
Sobre la posibilidad de que este escenario se repita a la vuelta del verano en Galicia, admite que "puede suceder", pero incide en que no es lo que espera que pase. "Me gustaría que ganase quien ganase, lo hiciese con la mayoría suficiente como para poder pactar con alguien. PSOE, PP o quien sea", afirma.
Al respecto de la labor de las 'mareas' en ciudades como A Coruña, Santiago y Ferrol, opina que "de momento están empezando", por los que les da un margen para ver "qué aportan". "En principio no voy a decir es un desastre. Son gente preparada, seria y formal", apunta.
"EL CÉNTIMO SANITARIO NOS HACE MUCHO DAÑO"
Confiesa que la primera llamada que recibió al salir elegido como presidente, fue la del titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para darle la enhorabuena. "Se lo agradezco mucho, por la deferencia que supone hacia los empresarios de Galicia", indica.
Ahora, está a la espera de ajustar agendas para entrevistarse con él, en una reunión en la que prevé que le acompañen los presidentes de las cuatro confederaciones provinciales, incluido el de Ourense, que fue el otro candidato y que tras los comicios lanzó sospechas de supuestas irregularidades en el censo.
De los dos mandatos de Feijóo hace balance positivo, aunque matiza que hubo "cosas" que habría preferido "de otra manera", como el céntimo sanitario. "Eso a los empresarios nos hace mucho daño", censura.
La supresión de este impuesto sobre carburantes será una de las reivindicaciones que lleve a la cita. "Otra cosa es que me haga caso", admite, después de subrayar que su retirada le vendría "muy bien" a los empresarios y "reactivaría la economía".
"TRASLADAR EL CRECIMIENTO A LOS SALARIOS"
Él, por su parte, a unas de las primeras personas a las que llamó recién aterrizado en la sede de la CEG fue a los tres secretarios de los sindicatos mayoritarios: UGT, CC.OO. y CIG.
Aspira a reunirse con ellos cuanto antes, puesto que entiende que es "vital" la comunicación con agentes que siguen siendo "fundamentales" y debe retomarse el diálogo social "de inmediato".
Entre los temas a tratar, junto a convenios y negociación colectiva, estarán los salarios, para los cuales piensa que "sería bueno que se trasladase el crecimiento", pese a precisar que "hay que ver las particularidades de las empresas".
Aboga "más" por el diálogo que por la "flexibilidad". Así, cuando se le cuestiona por la última reforma laboral, no vería con malos ojos que se le introdujese algún cambio "si es positivo", a pesar de estar "moderadamente satisfecho" con ella.
LA ECONOMÍA REAL, EN CRISIS
Si bien querría un aumento superior al 2,4% del PIB que pronostica la Xunta, observa "con esperanza" la situación actual. "Creo que saldremos de esta crisis más pronto que tarde, y cuando digo salir de la crisis me refiero a la economía real, que vamos a decir que dejó la recesión", asevera.
Para combatir el paro, el problema "endémico" de este país, apuesta por "reformas que favorezcan la creación de empleo", y cita en concreto la necesidad de "llegar a los créditos de forma más económica".
No obstante, para enfrentar la crisis demográfica confiesa no tener "la varita". Medidas como el cheque bebé le parecen "positivas". Sin embargo, las contrapone a "modelos como el inglés", que prefiere, ya que sería "bueno" que estas acciones "no entrasen en la declaración de la renta".
TRES AEROPUERTOS Y AVE
Un debate recurrente en la comunidad es el de los tres aeropuertos, y Moure evita polemizar aun sugiriendo una planificación distinta "si se hubiese hecho un planteamiento hace muchos años".
De la llegada definitiva en 2018 del tren de alta velocidad a Galicia --la conexión con la Meseta-- asegura tener "esperanzas" en que se cumpla ese plazo.
CORRUPCIÓN EN LA FORMACIÓN
Su sector, el de la formación, atraviesa malos tiempos, con una imagen deteriorada por la 'Operación Zeta', que circunscribe a "elementos que distorsionan el sistema".
Receta que los poderes públicos "controlen más" a los operadores en este ámbito, de modo que solo entren en juego "los profesionales", y se lamenta por la existencia de "gente oportunista al calor de las subvenciones", ayudas que ve "complicadísimo" suprimir a día de hoy.
REFORMAS EN LA CEG
En la CEG, pretende ajustes para acabar con el déficit anual de 300.000 euros, y calcula que con suprimir el coche oficial y renegociar la hipoteca del edificio se lograría ya "casi la mitad".
Aprobar las cuentas y los presupuestos "debe ser lo primero", dice. Después, quiere reformar los estatutos e introducir una limitación de mandatos (dos), aunque asume que él no puede "ir a gobernar --por ejemplo-- A Coruña", donde habrá comicios en breve. "Si quieren que sea Antonio Fontenla, ¿por qué no lo va a ser?", se pregunta, sobre un hombre que lleva 16 años al frente de esa patronal.
Descarta que su antecesor, José Manuel Fernández Alvariño, hiciese "cosas irregulares", y se propone "buscar recursos y pedir a las instituciones no dinero, sino hacer proyectos en conjunto que redunden en que la CEG pueda prestar servicios".
