BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La acusada de suplantar la identidad y matar presuntamente a una amiga y compañera de trabajo en 2008 lo ha negado este lunes ante el juez, y ha argumentado que no tenía precariedades económicas como para contratar seguros de vida suplantando a Ana P. antes de matarla con el fin de cobrarlos tras el crimen.
A preguntas de su abogada, María Ángeles M. --Angie-- ha detallado sus ingresos, explicando que tiene un sueldo fijo de 3.000 euros, más 1.500 que cobra de la pensión de viudedad de su marido y de orfandad de su hija, y una paga de 100.000 euros anuales que le entregaba su padre, pero pocos gastos: la escuela de su hija y el alquiler del piso.
Ha negado que el día de los hechos quedara con la víctima en el piso del barrio barcelonés de Gràcia donde la mujer de la limpieza halló el cadáver, escudándose en que había dejado su hija en el colegio, había viajado a Zaragoza para recoger las cenizas de su difunta madre, a la vuelta pasó por un centro comercial a comprar un regalo para su novio, y finalmente compró yogures en un supermercado.
Sin embargo, según la Fiscalía, el 19 de febrero de 2008 tenía cita con su amiga en un apartamento que supuestamente había alquilado la procesada y donde, después de dormir a la víctima con cloroformo, le puso una bolsa en la cabeza para ahogarla y después impregnarla de semen --comprado a prostitutos para fingir un delito sexual-- en los genitales.
PEGAR EL CANDELABRO
Sobre la botella de cloroformo que la policía encontró en su casa y las búsquedas de esta sustancia en Internet, la acusada ha apuntado que lo utilizó para pegar la base de un candelabro que se le había roto y que, además, su hija pequeña tenía que hacer una práctica para la escuela, por lo que pudo ser ella quien buscara esta información en la red.
La encausada ha encontrado respuestas para cada uno de los ataques de las acusaciones particulares y la Fiscalía, afirmando, por ejemplo, que guardó en la cisterna de su lavabo el DNI y el pasaporte originales de la fallecida porque se asustó después de que la interrogara la policía tras el suceso.
Al preguntársele por qué escondía la documentación, ha contestado: "La guardaba, no la escondía", ya que la víctima se había dejado el DNI en casa de su novio y le había dicho que ya iría a buscarlo.
También niega haber firmado seguros de vida y préstamos valorados en más de un millón de euros en distintas entidades, adonde acudió presuntamente con peluca negra y larga parecida a la encontrada junto al cadáver y donde había restos del pelo de la acusada, que ha afirmado que había prestado la peluca a su amiga.
El padre de la fallecida y su pareja --con quien vivía desde hacía ocho años-- han asegurado que Ana P. nunca llevaba peluca y que no había contratado ningún seguro de vida, además de recordar que ese día les había dicho que cenaría con una amiga, si bien no había especificado que fuera 'Angie'.
En la sala del jurado número dos de la Audiencia de Barcelona --abarrotada de familiares de la víctima, amigos y medios de comunicación--, la madre de la víctima ha respondido temblorosa al preguntársele si reclama como perjudicada por lo sucedido: "Yo, lo único, que se haga justicia y que esa maldita pague por lo que le hizo a mi hija".
La fiscalía ve estos hechos constitutivos de delitos de asesinato --por el que pide 18 años--, de falsedad de documento mercantil y uno continuado de estafa, por los que pide 6 años más y 18.000 euros de multa; y María Ángeles M. también tendría que abonar una indemnización total de 270.000 euros para los familiares.
